¿Demasiado o nunca suficiente?

Martina Churba
May 25, 2018
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Después de escribir sobre minimalismo hace dos semanas, ahora nos preguntamos a nosotras mismas: ¿está mal que te guste combinar múltiples patrones?

Telas, colores, texturas. ¿Cómo podemos decir si nos vemos fabulosas o si hicimos un desastre con nuestro vestidor?

Algunas décadas atrás, los colores y patrones eran algo que mostraban que una tenía buen gusto y un alto estatus social. En el siglo XXI, los colores empezaron a ser dejados de lado y el minimalismo se trasformó en una moda creciente. Se expandió tanto que empezamos a sentir que, si usábamos una tela, como una remera con flores, el resto de las piezas que eligiéramos tenían que ser negras o grises. Hasta se siente como si le tuviéramos miedo a nuestra propia ropa, y temiéramos combinarla.

Estos son algunos looks del estilo de calle de la semana de la moda de Paris y Nueva York de la temporada otoño 2018. Muestran muchas telas diversas juntas, así como una combinación de colores que los minimalistas tomarían como un insulto.

Yo soy de la opinión de que la ropa no es sobre qué usas, sino cómo lo usas. Y en todas estas imágenes podemos ver a personas que saben llevar muy bien sus estilos. Todo es una cuestión de actitud. La clave es caminar como si fueras la dueña del mundo. Solo ponete las prendas que más amas y no tengas miedo de combinarlas y de dejar que otros te vean en ellas.

Ya sé, tengo un hueso crítico en mi cuerpo que me pide que opine más subjetivamente. Mi punto de vista es que hay una fina línea entre verse increíble y parecer una loca que no sabe combinar la ropa. Yo creo que cuando comenzás a agregar detalles a tu look parece demasiado, hasta que sumás tanto que empieza a volver a verse divino. Así que sí, para mí, un suéter rosa con una pollera verde y amarilla se ve espantoso. Pero cuando le agregás un collar largo plateado, y zapatos y aros amarillos, sos una fashionista.

También creo que necesitamos superar esta fobia que sufre el siglo XXI por la ropa y empezar a usar lo que amemos y cómo lo amemos. Necesitamos empezar a usar nuestras prendas en cualquier lugar y no solo en desfiles. En conclusión, necesitamos transformar las calles en desfiles de moda y vestirnos para matar, aunque estemos yendo al almacén.